El chico salvaje
Intentó trabajar como modelo, luego decidió ser músico hasta que un vampiro de 109 llegó a su vida. Desde entonces Robert Pattinson se convirtió en Edward Cullen y su vida cambió. Y ha llegado tan lejos que ni siquiera puede salir de su casa.
El último héroe neo-romántico
Nos acercamos al tercer milenio, entre citas a ciegas en Facebook y escándalos en Youtube, millones de personas hacen cola para ver una película donde a las chicas se las corteja como en el año 1800, las relaciones son castas y platónicas y el amor es para siempre. Casi como en una novela de Jane Austen. ¿Y si esa es la verdadera razón del éxito de Crepúsculo?
Si damos un paso atrás, en septiembre de 2008, 60 días antes del lanzamiento de Crepúsculo: los fans llenan sus blogs de comentarios sobre los actores escogidos para encarnar a Edward y Bella en la gran pantalla. El adjetivo más amable sobre Rober Pattinson era “inadecuado”, “aburrido” y “ridículo”. Hoy Robert bromea sobre ello. Fue del Olimpo de los famosos de Hollywood a la imparable Pattinsonmanía y, ganándose de paso, el puesto número 50 en la lista de personas más poderosas de 2010 de la revista Forbes. Pattinson nos explica, y si es posible, es aún mejor en la realidad que en la pantalla: voz baja, porte elegante y mirada profunda, el actor es encantador, amable y humilde. Ya desde el principio, cuando habla te mira a los ojos, está muy concentrado cuando escucha las preguntas y siempre espera un momento antes de responder. Su vida ha cambiado completamente en menos de 6 meses: después del estreno de Crepúsculo tuvo que ponerse una coraza, filtrar noticias y cambiar de hotel tres veces en un mes a causa de las continuas filtraciones, como ocurrió en Nueva York cuando filmaba “Remember Me”, y un taxi casi le golpeó por la presión que ejercían los twilighters.
Nacido en Londres, es el menor de 3 hermanos (su hermana Lizzie es cantante), su padre importa coches antiguos y su madre trabaja para una agencia de modelos. Pattinson mueve mucho dinero hoy en día, sólo piensa que ha actuado en 5 éxitos de taquilla (contando con HP y el Cáliz de Fuego y HP y la Orden del Fénix). Eclipse, filmado con sólo 68 millones de dólares tuvo unos beneficios de 400 millones de dólares en sólo 2 semanas (el equivalente a las otras películas de la saga juntas). Sin embargo, hace 2 años los twilighters de todo el mundo no estaban felices con que interpretara a Edward, y hoy los mismos fans le paran y le piden, amablemente, que les muerda en el cuello, y levantan pósters que dicen “Muérdeme Rob”. Sin duda, uno de los muchos secretos del éxito de esta saga es precisamente él, y su correspondiente vampiro del siglo 21, una criatura delgada, romántica y de gran belleza con un look gótico y algo del rebelde James Dean y su marcada insociabilidad.
-¿Qué sientes al ser considerado un sex symbol?Es un sentimiento extraño. Me di cuenta de ello en Italia, cuando estaba en Montepulciano filmando Luna Nueva. Sigue pareciéndome increíble el hecho de que antes de Crepúsculo nadie se giraba para mirarme, mientras que ahora ni siquiera puedo caminar por la calle. Pero no quiero que me consideren un sex symbol, sólo un actor.
-¿Te sientes estresado por los fans?Sorprendido y un poco avergonzado, pero no estresado. Los fans son un gran apoyo. En el set que teníamos en la Toscana aplaudían depués de cada toma, incluso aunque no hiciera nada. Estuvo bien. ¡Pensé que estaba en el teatro!
-¿Por qué crees que Edward es tan fascinante, y no sólo para la audiencia femenina?Por que un personaje misterioso. Cuando lees los libros de Stephenie es fácil proyectar lo que quieras en él.
-¿Le ayuda el ser un vampiro?Le hace más intrigante que un ser humano, como el hecho de ser inmortal.
-¿Te gustaría ser inmortal?Sinceramente, no me llama la atención. Terminaría aburriéndome.
-¿En que aspectos eres similar a Edward Cullen?Con frecuencia tiene sentimientos que no sabe manejar. Eso es algo común. A mi también me ha pasado. Siempre he tenido relaciones raras y en las peliculas me gustan las historias de amor turbias, no el clásico amor romántico.
-¿Entonces nada de Romeo y Julieta?Soy más de “El último Tango en París” de Bertolucci (se ríe).
-En Eclipse compartes protagonismo con otro actor, Taylor Lautner. ¿Te molesta?Para nada. Me siento más libre.
-¿Conocías a Kristen Stewart antes de Crepúsculo?La había visto en “Into the Wild” (Hacia rutas salvajes) de Sean Penn. Es una actriz responsable, pero ya me había dado cuenta de eso leyendo su currículum: siempre elige lo que le motiva. Ahora la conozco muy bien y sabía que sufriría por toda esta Twilightmanía, con los papparazzis y fotógrafos.
-¿Qué hay de tu carrera como cantante?Ahora está parada, pero sigo tocando. Quiero grabar un disco en 2 años.
-Tu hotel en Montepulciano fue acosado por fans, casi te golpea un taxi en Nueva York por su culpa. ¿Cómo ha cambiado tu vida?Cuando salgo estoy más preocupado sobre a dónde voy, porque siempre me encuentro a alguien que me para y me pide un autógrafo. Ahora mismo todo el mundo me reconoce y me pongo algo paranoico.
-Tu carrera también ha cambiado. Parece que todo el mundo quiere a Pattinson.Eso también me asusta. No puedo entender quien me quiere realmente por lo que soy o quien me quiere para tener a los fans de Crepúsculo.
Intentó trabajar como modelo, luego decidió ser músico hasta que un vampiro de 109 llegó a su vida. Desde entonces Robert Pattinson se convirtió en Edward Cullen y su vida cambió. Y ha llegado tan lejos que ni siquiera puede salir de su casa.
El último héroe neo-romántico
Nos acercamos al tercer milenio, entre citas a ciegas en Facebook y escándalos en Youtube, millones de personas hacen cola para ver una película donde a las chicas se las corteja como en el año 1800, las relaciones son castas y platónicas y el amor es para siempre. Casi como en una novela de Jane Austen. ¿Y si esa es la verdadera razón del éxito de Crepúsculo?
Si damos un paso atrás, en septiembre de 2008, 60 días antes del lanzamiento de Crepúsculo: los fans llenan sus blogs de comentarios sobre los actores escogidos para encarnar a Edward y Bella en la gran pantalla. El adjetivo más amable sobre Rober Pattinson era “inadecuado”, “aburrido” y “ridículo”. Hoy Robert bromea sobre ello. Fue del Olimpo de los famosos de Hollywood a la imparable Pattinsonmanía y, ganándose de paso, el puesto número 50 en la lista de personas más poderosas de 2010 de la revista Forbes. Pattinson nos explica, y si es posible, es aún mejor en la realidad que en la pantalla: voz baja, porte elegante y mirada profunda, el actor es encantador, amable y humilde. Ya desde el principio, cuando habla te mira a los ojos, está muy concentrado cuando escucha las preguntas y siempre espera un momento antes de responder. Su vida ha cambiado completamente en menos de 6 meses: después del estreno de Crepúsculo tuvo que ponerse una coraza, filtrar noticias y cambiar de hotel tres veces en un mes a causa de las continuas filtraciones, como ocurrió en Nueva York cuando filmaba “Remember Me”, y un taxi casi le golpeó por la presión que ejercían los twilighters.
Nacido en Londres, es el menor de 3 hermanos (su hermana Lizzie es cantante), su padre importa coches antiguos y su madre trabaja para una agencia de modelos. Pattinson mueve mucho dinero hoy en día, sólo piensa que ha actuado en 5 éxitos de taquilla (contando con HP y el Cáliz de Fuego y HP y la Orden del Fénix). Eclipse, filmado con sólo 68 millones de dólares tuvo unos beneficios de 400 millones de dólares en sólo 2 semanas (el equivalente a las otras películas de la saga juntas). Sin embargo, hace 2 años los twilighters de todo el mundo no estaban felices con que interpretara a Edward, y hoy los mismos fans le paran y le piden, amablemente, que les muerda en el cuello, y levantan pósters que dicen “Muérdeme Rob”. Sin duda, uno de los muchos secretos del éxito de esta saga es precisamente él, y su correspondiente vampiro del siglo 21, una criatura delgada, romántica y de gran belleza con un look gótico y algo del rebelde James Dean y su marcada insociabilidad.
-¿Qué sientes al ser considerado un sex symbol?Es un sentimiento extraño. Me di cuenta de ello en Italia, cuando estaba en Montepulciano filmando Luna Nueva. Sigue pareciéndome increíble el hecho de que antes de Crepúsculo nadie se giraba para mirarme, mientras que ahora ni siquiera puedo caminar por la calle. Pero no quiero que me consideren un sex symbol, sólo un actor.
-¿Te sientes estresado por los fans?Sorprendido y un poco avergonzado, pero no estresado. Los fans son un gran apoyo. En el set que teníamos en la Toscana aplaudían depués de cada toma, incluso aunque no hiciera nada. Estuvo bien. ¡Pensé que estaba en el teatro!
-¿Por qué crees que Edward es tan fascinante, y no sólo para la audiencia femenina?Por que un personaje misterioso. Cuando lees los libros de Stephenie es fácil proyectar lo que quieras en él.
-¿Le ayuda el ser un vampiro?Le hace más intrigante que un ser humano, como el hecho de ser inmortal.
-¿Te gustaría ser inmortal?Sinceramente, no me llama la atención. Terminaría aburriéndome.
-¿En que aspectos eres similar a Edward Cullen?Con frecuencia tiene sentimientos que no sabe manejar. Eso es algo común. A mi también me ha pasado. Siempre he tenido relaciones raras y en las peliculas me gustan las historias de amor turbias, no el clásico amor romántico.
-¿Entonces nada de Romeo y Julieta?Soy más de “El último Tango en París” de Bertolucci (se ríe).
-En Eclipse compartes protagonismo con otro actor, Taylor Lautner. ¿Te molesta?Para nada. Me siento más libre.
-¿Conocías a Kristen Stewart antes de Crepúsculo?La había visto en “Into the Wild” (Hacia rutas salvajes) de Sean Penn. Es una actriz responsable, pero ya me había dado cuenta de eso leyendo su currículum: siempre elige lo que le motiva. Ahora la conozco muy bien y sabía que sufriría por toda esta Twilightmanía, con los papparazzis y fotógrafos.
-¿Qué hay de tu carrera como cantante?Ahora está parada, pero sigo tocando. Quiero grabar un disco en 2 años.
-Tu hotel en Montepulciano fue acosado por fans, casi te golpea un taxi en Nueva York por su culpa. ¿Cómo ha cambiado tu vida?Cuando salgo estoy más preocupado sobre a dónde voy, porque siempre me encuentro a alguien que me para y me pide un autógrafo. Ahora mismo todo el mundo me reconoce y me pongo algo paranoico.
-Tu carrera también ha cambiado. Parece que todo el mundo quiere a Pattinson.Eso también me asusta. No puedo entender quien me quiere realmente por lo que soy o quien me quiere para tener a los fans de Crepúsculo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario